Cápsulas de vida en grano “Cultura Café”
Si los cafés hablasen… Piénsalo, cuántas historias entre cafés entrelazan nuestras vidas, cuántos puntos de encuentros provocan, siempre hay hueco para un café. Su aroma es despertador de muchos hogares, los desayunos de bares se mueven a golpes de cafés, rematan los almuerzos o marcan la sobremesa… Forma parte de nuestras vidas y es vida en origen.
Me gusta el café, pero desconocía que estoy en la etapa del flechazo; me ha cautivado y quiero tener muchas citas con él en sus distintas facetas, para conocer sus matices, sus secretos, apreciar su esencia en la taza y dejarme sorprender. Un viaje tan inesperado como mágico a Brasil me desveló mi ignorancia cafetera y me motivó para cambiar el chic y empezar a tomar buen café o, al menos, prestar atención a la hora de la compra/consumo ¡No vale cualquiera!
Mise en place “Viaje a Minas Gerais”
Días en los que piensas en conocer a alguien experto en café para temas profesionales; de repente, un mail en mi mensajería del Blog de una mujer que se presentaba como consultora de café, Josiana Bernardes de IdCoffeelab. Me comentaba que había llegado a mi blog y le había encantado mi forma de escribir, la sensibilidad que transmitía. A mí “pelos de punta” ¿En serio? Justo pienso en café y encuentro este mensaje. Me suelen pasar cosas extraordinarias en este sentido, pero quizás a todos nos pasan ¿No?
Por supuesto, el siguiente paso era conocer a Josiana en persona. Tras nuestro encuentro, me comentó que había un viaje en marcha para conocer a los distintos productores de la zona de Matas de Minas y que le encantaría contar conmigo. No lo podía creer, pero sí, una nueva aventura asomaba y yo y mi “todo pasa por algo” más la intuición, me decían que sí o sí tenía que vivir esta experiencia –el tren no pasa dos veces-. Todo se predispuso para ir, finalmente, con algunos cambios en el plan de viaje.
Le dije a Josiana que no me iba a hacer expectativas, que quería ir y dejarme llevar. Le pregunté que qué necesitaba para la partida. Sus palabras “solo necesitas abrir tu corazón y ganas de disfrutar”. Yo pensaba ¿De verdad? Voy a Brasil jajaja… Creo que hasta que no me monté en el avión no me lo creí.
Menú Completo “Desde la semilla a la taza”
Me gustaría justamente tomarme un café contigo para contarte en detalle la estancia completa, pero, entre líneas y al no estar ante los capítulos de un libro, he de resumir mucho lo vivido para que estés despierto y no bosteces con tanto argumento.
Cada día era una aventura programada abierta a la improvisación si se terciaba. Desayuno, visita a los cafetales, cata de café, reuniones y noches relajadas al compás de la Cachaça, sola o en su trago más conocido “caipirinha”. Personalmente, me vi inmersa en una película rodeada de personajes encantadores en un paraje único; respiraba y sentía libertad, naturaleza, calidez, entusiasmo.
Ver cómo trabajan los productores de café de especialidad, desde la recolecta al tueste y su correcta elaboración es sin duda un regalo y un lujo, lo sé. Jamás pensé que podía disfrutar de una experiencia así. 100% recomendable. Destaco la amabilidad de toda la gente que nos recibió, te hacían sentir como en casa, como parte de su familia desde el minuto uno. Impresionante.
Personas como Miriam Monteiro de Fazenda Cachoeira, productora de café orgánico, sostenible y de especialidad, Mauro Grossi de Fazenda Vila Cascata, Simone y Joau, pareja emprendedora que regentan la Posada de los Días Felices y el Jardín Das Oliveiras, te alimentan el alma; hablar con ellos, ver su labor cafetera, su pasión, sus historias… connotaciones que te hacen mirar más allá de la taza de café. Pasa de ser una bebida, a ser cultura, intercambio, un momento especial lleno de aromas, de vida.
Escrito por: Raquel para Sinestesia Gastronómica
17 de septiembre, 2018